Aunque en el programa que conduce J.J. Vázquez les gusta estar siempre metidos en berenjenales y peleas, incluso entre ellos mismo, eso no significa que no se preocupen unos de otros.
Todos los tertulianos tiene claro que cuando las cámaras dejan de funcionar las trifulcas se acaban ahí, y que una cosa es la vida privada y otra el trabajo. Aunque en ocasiones les cuesta separarlas, tratan de marcar una línea imaginaria para no sobrepasarse y así llevar mejor el día a día. Todos los altercados se aparcan cuando alguien no está pasando un buen momento de salud, y esto es lo que de verdad importa.
Por ello, cuando hace no mucho el presentador sufrió un accidente cerebrovascular, todos se preocuparon por su estado de salud y le mandaron su apoyo. Se trata de una enfermedad que suele dejar graves secuelas a quienes la sufren, y claramente sus compañeros estaban angustiados con ello.
Jorge consiguió superar ese duro momento y salid adelante, logrando una recuperación muy temprana, pero sin duda debe seguir cuidándose y los médicos le hacen controles periódicos para revisar su estado.
Hace tan sólo unos días, se podía ver como Chelo estaba nerviosa y ella misma quiso hacer saber que considera al conductor de programas como un amigo, y que cómo le estaban efectuando las pruebas ese día, estaba en tensión hasta saber los resultados.
El también actor de teatro no quiso quedar callado y dio a conocer en una revista en la que colabora que:
Los médicos me han dicho que todo está en orden y me dan cita para dentro de seis meses. Que trabaje lo que me dé la gana. Así que, por favor, que la gente deje de decirme que baje el ritmo porque hace más de un año estuve ‘malito’, palabra que detesto especialmente. Llamadme raro, pero para cuestiones médicas me suelo dejar guiar por lo que me digan los médicos. Igual que para saber del coronavirus prefiero a Fernando Simón en vez de a cualquier tertuliano fascista. Cosas mías.
Así mismo narró que como suele ir ajetreado en el día a día, aprovecha las revisiones para apreciar las pequeñas cosas de la vida, pues:
Me encanta venir de vez en cuando al hospital para pasar una noche. Tengo la sensación de que mi vida, que normalmente tiene un ritmo endiablado, se vuelve aquí un poco más lenta. Me permito el lujo de desconectar y no hacer nada.
Esperamos que el conocido presentador logre recuperarse del todo y no siga pegando esos sustos a los demás compañeros del medio, pues le tienen mucho cariño y han sufrido especialmente con el tema.