Cuando hace unos días Amador Mohedano apareció como invitado en Viva la Vida, nadie esperaba oír de su boca las amargas palabras que relataban el calvario que vive la familia de la artista Rocío Jurado por culpa de su hija biológica.
Como muchos recordarán, a comienzos de año se destapó que Rocío Carrasco llevaba desde 2012 sin mantener ni un mínimo contacto con sus dos hijos, Rocío y David Flores, por lo que ésta le imploraba a su madre que por favor hablase con ellos cuando ella saliera del concurso.
La decisión final de Rocío Carrasco respecto a sus hijos
Sin embargo, hasta el momento no habíamos sabido la respuesta que habría dado la empresaria a su prole, pues como ninguna de las partes lo había comentado en público, se creía que simplemente Carrasco habría vuelto a pasar de sus hijos, pero Amador ha relatado que las cosas acontecieron así:
En más de una ocasión, Rocío Flores ha llamado a su madre y le ha pedido verse, pero mi sobrina simplemente le decía «No quiero saber nada de ti» y le colgaba. A mi me da mucha pena todo esto con sus hijos, llevo más de 10 años sin hablar con ella, he tratado de volver a unirla a la familia pero ella no quiere saber de nosotros, hemos perdido las ganas y la esperanza de que suceda.
También hay que dejar claro que, ambas se separaron por que la hija mayor de Antonio David Flores propinó unos golpes a su progenitora, y eso les llevó a un procedimiento judicial, por lo que no fue una simple discusión al uso, pero han pasado muchos años y una madre debería saber perdonar y olvidar, cosa que no ha sucedido en esta ocasión.
Incluso, Carmen Borrego amiga íntima de Rocío e hija menor de María Teresa Campos, aparecía en la portada de Lecturas para hablar del tema, adelantando que su amiga nunca iba a perdonar a su hija, por lo que todos sus intentos eran en vano lamentablemente.
Así mismo, el ex marido de Rosa Benito volvió a recalcar que, parte de la culpa de todo es de Fidel Albiac, que ha absorbido la personalidad de su sobrina hasta anularla y que es un manipulador nato, a lo que también quiso alegar:
Para Rocío Fidel ha sido su perdición, pero ella también tiene culpa, debió pararle los pies y dejarle claro que con su familia no se jugaba.
Tras todas estas palabras sólo queda una cosa clara, la situación va empeorando con el paso del tiempo, nada mejora, no hay visos de una reconciliación cercana, lo que provoca el dolor de todos, menos el de Rocío Carrasco y su marido, quiénes aparentan llevar una vida sin remordimientos por ello.