Si tan solo unas semanas atrás conocíamos que, Paloma Cuevas y Enrique Ponce iban a divorciarse, trago ya bastante difícil para una pareja con tan larga trayectoria juntos, más arduo es el camino cuando no cesan las informaciones acerca de ello.
Por ello, y aunque ambas partes anunciaran que fue de mutuo acuerdo, todo apunta a que Ana Soria llevaba tiempo metida en una relación con el torero, cosa que ha disgustado mucho a Paloma.
Cuevas se recupera lentamente de este varapalo amoroso que le ha afectado muchos, mientras que Enrique ya planea volver a casarse y construir un hogar junto a Ana.
Tantos datos a la vez están dejando anonadada a Paloma, quien tal y como adelantaron en Sálvame, ya se rumorea que pretende alargar los trámites de la separación al máximo y no ceder en ninguno de los puntos que tiene pensados.
Su despecho llega hasta el punto de que, públicamente no va a mostrar su disgusto, pero ha dado indicaciones para que sus letrados atrasen todo lo posible las actuaciones, y que consigan el máximo.
Con ello pretende, retrasar el enlace, no firmando los papeles, de Ponce con Soria y disuadirlos de contraer matrimonio, y de mudarse a la vivienda que el empresario está construyendo en el solar que compartían en el lujoso enclave La Finca en Madrid.
Se avecinan tiempos movidos para ambas partes, pues tras más de veinte años juntos y dos hijas en común, amasaron una verdadera fortuna, que ninguno estará dispuesto a perder, por lo que lucharán con todas las armas de la ley para lograr el máximo posible.
Cuevas está despechada por el doble juego de su ex pareja y no decaerá en ninguna de sus pretensiones, por su bienestar propio y el de su prole.