Nuestros famosos tienen muchas anécdotas que contar, y aunque la mayoría prefiere callarlas para preservar su intimidad como Lydia, otros no tienen pudor en contar cualquier cosa aunque se trate de problemas con la autoridad.
Lozano lleva décadas como tertuliana, pero esta periodista también ha presentado algunas secciones o programas puntualmente, demostrando que también es apta para este puesto, aunque siempre ha preferido contar lo mínimo respecto a su familia y su vida personal, al contrario que Pablo Motos.
El presentador estrella de Atresmedia siempre está en boca de todos por sus comentarios, consiguiendo ser objeto de críticas constantes.
Hace tan solo unos días conocíamos a través de su programa que, el valenciano habría pasado un mal trago en su juventud cuando aún estaba instaurado el Servicio Militar de carácter obligatorio.
Motos quiso narrar que como no tenía especial interés en hacer el Servicio Militar, se le ocurrió una fechoría que más tarde le trajo consecuencias. Él sabiendo que a algunas personas se las dispensaba si tenían problemas médicos graves, pensó que como padecía una enfermedad respiratoria, podía simular que los síntomas eran peores y así escabullirse.
Pablo lo relató de la siguiente manera:
Yo, como tengo asma, decidí exagerarlo. Hay un momento donde voy a pasar el tribunal militar. Me vine arriba y dije: ‘Un buen puñado’. Voy a entrar medio muerto.
Cuando ya se había decidido a meterse un puñado de tierra en la boca, los planes se le estropearon por completo, pues:
Según entro me encuentro con uno del tribunal. Me dijo: ¿Qué haces? Y yo: Nada. Me metieron en el calabozo y me metieron en una unidad de cosas especiales.
Con ello quiso referirse a lo que metieron a cocinas, dónde tuvo que dedicarse a pelar patatas durante mucho tiempo, y que en otras ocasiones les hacían efectuar cosas sin sentido como por ejemplo cavar para luego volver a llenar el agujero. Estas y otras anécdotas contó sobre su estancia en la mili.