Hace unas semanas atrás, la madre de Andreíta Janeiro tomaba un avión con destino Madrid para finalizar sus vacaciones y regresar al plató de Sálvame, igual que venía haciendo en la última década, pero las cosas se torcían nada más aterrizar en la capital.
Para comenzar, Belén ya venía bastante molesta con que el aeropuerto no hubiese ninguna medida excepcional respecto al Coronavirus, pues como persona de alto riesgo está muy concienciada con ese tema, por lo que visiblemente enfadada comentó a los medios lo sucedido.
El futuro de Belén Esteban en la cuerda floja
Lo que Esteban no se iba a imaginar es que, la cosa iba a seguir empeorando, pues los reporteros le acosaban con sus preguntas sobre la muerte de Humberto Janeiro, cuando ella ya les había comunicado en anteriores ocasiones que no iba a pronunciarse sobre el tema, por lo que sólo lograban irritarla aún más.
Pero por si fuera poco, a su vuelta a Telecinco tenía que volver a enfrentarse a este tema, pues parecía que sus colegas no entendían que no iba a saltarse el pacto de no agresión que Andrea le hizo jurar que acataría hace 3 años.
Sin embargo, desde que Belén sigue esa política de silencio sobre los Janeiro, ha perdido muchos seguidores y e índice de telespectadores no para minorar a pasos agigantados cada día que pasa sin que ella comente nada respecto a ello, por lo que la cadena ha buscado un plan alternativo para remontar.
Paolo Vasile no está dispuesto a seguir en esta racha de mala suerte, así que ha comenzado las negociaciones con Campanario y Jesulín para que el matrimonio dé una exclusiva en Sábado Deluxe, y todo apunta a que les habría ofrecido una oferta muy tentadora: un cheque en blanco para que ellos pongan el precio sin ningún límite. Por lo que podría suponer el fin de la era belenista en Mediaset.