Si Kiko Matamoros confiaba en tener una recuperación tranquila y volver al plató de Telecinco como cualquier otro, no podía estar más equivocado, pues este colaborador va a tener que lidiar con la guerra entre su hija Ana y su actual pareja.
El tertuliano y la modelo han estado disfrutando de unas vacaciones fuera de España, dónde poder alejarse del foco mediático y olvidar las duras semanas vividas por Matamoros en el hospital, pero a su vuelta, la polémica no ha cesado para nada.
La vuelta de Kiko nada tranquila
Marta está cansada de las cosas que se han dicho e insinuado en los medios sobre ella, por lo que ha dado una entrevista para una revista y así su versión de los hechos, que hasta el momento había sido totalmente desconocida, y aunque prometió que nunca iba a hacerlo, finalmente ha visto que si lo hacía además de conseguir un dinero extra se afianzaría en su posición.
En ella, relato que ha recibido muchos comentarios negativos por irse a veranear con Kiko tras su operación, y ha querido aclarar que los médicos les dieron el visto bueno, se mantenían en contacto reportándoles su situación y que fue decisión del empresario, y no suya la de acudir de vacaciones.
Además, asegura que en los hoteles se encargaron de solicitar que hubiera un equipo para revisarlo, y ella lo curaba bajo las indicaciones de los doctores, incluso le tuvo que cambiar el catéter en un ocasión.
Pero sin duda, lo que más ha querido recalcar es que por ella no hay ningún tipo de problema con la hija menor de Kiko M., si no que los problemas han venido de parte de la joven Anita hacia ella.
Marta narra que al principio congeniaron a la perfección, pero que más tarde Ana comenzó a tener una actitud poco adecuada, y aunque ella no quiso meterse de por medio, Kiko tuvo que intervenir. Al parecer, Matamoros no quiso que su hija mantuviese un comportamiento inadecuado, por lo que finalmente la echó una reprimenda, pero con el fin de advertirle que ese tipo de cosas no eran tolerables.