Rocío Flores no ha vuelto a ser la misma desde que apareció en el reality de supervivencia más famoso y extremo de nuestro país. Y es que la hija de Antonio David Flores y Rocío Carrascos se siente una persona diferente tanto por dentro como por fuera; y no sólo por su pérdida de peso.
La joven ha conseguido superar su «miedo» a ponerse delante de una cámara de televisión, lo que le ha dado mucha más seguridad en sí misma.
Gracias a sus redes sociales, podemos descubrir todos los pasos que la influencer da en su día a día. El pasado martes 2 de marzo, Rocío acompañó a su novio a un estudio de tatuajes.
Pero tal y como se pudo ver en su Instagram, decidió aprovechar el viaje para tatuarse. Se trata de dos recordatorios de su familia materna que, por mucho que ahora esté alejada de su madre, la acercan un poco más a ella.
Momentos antes de tomar su decisión, la joven se preguntaba a través de las historias de esta red social si caería en la tentación; pero unos minutos después, sorprendía a todos sus seguidores con un sencillo mensaje: «sí, he pecado».
Gracias a estas historias en Instagram, pudimos ver los dibujos. Se trata de las dos firmas de sus abuelos maternos.
«Estas son las dos firmas de mis abuelos, originales, clavadas con sus puños y su letra».
En un brazo derecho se tatuó el autógrafo de Rocío Jurado con una rosa, mientras que en el izquierdo plasmó la firma de Pedro Carrasco acompañada de un guante de boxeo.
Por si fuera poco, Rocío Flores quiso dejar varios mensajes en esta instantánea. El primero de ellos agradece al tatuador el gran trabajo realizado, y los otros dos están dedicados a sus abuelos.
Rocío Mohedano y Pedro Carrasco y el guante con el que ganó el campeonato del mundo.