Durante toda su vida, Andrea Janeiro ha tenido algo muy claro, no quería dedicarse a la misma profesión que su madre, ya que estar frente a los focos no era para ella, a lo que se unía las numerosas advertencias de Belén sobre las consecuencias de dejar de ser una persona anónima.
Andreíta sólo quería poder llevar una vida normal, así que al cumplir 18 años se marchó a Londres a estudiar, pues eso le permitiría alejarse de las cámaras y lograr una vida tranquila, el único problema es que estaría lejos de su familia, pero estos aplaudieron su gesto.
Los sentimientos de Belén Esteban al descubierto
En más de una ocasión vimos cómo la propia ex gran hermana, terminaba molesta con sus colegas de profesión por nombrarla, como sucedía esta semana con Anabel Pantoja, quién enfadada comparaba su situación con la de la nieta de Humberto Janeiro, a lo que Belén le contestaba:
Lo hablaremos en privado, pero te adelanto que no me ha gustado nada que nombres a mi hija en la tele, si quieres hablar de alguien lo haces de ti o tu familia, no de la mía, y menos de mi hija que te quede claro Anabel.
La joven blonda estaba viviendo en el país anglosajón con normalidad durante los últimos 3 años, pero debido al Covid 19 decidió regresar a Madrid para hacer compañía a Esteban durante el confinamiento, pero era sólo una medida temporal, pues preveían que en el siguiente curso ella retomaría su distanciamiento.
No obstante, sus planes han sido desbaratados pues Gran Bretaña acaba de imponer el aislamiento obligatoria por la cuantía de casos graves que tienen, por lo que la hija de Jesulín de Ubrique ha preferido seguir estudiando otro año más desde España.
Por ello, Belén y ella han planeado la mudanza de sus bienes, ya que les parece absurdo tenerlos en la habituación de la residencia de estudiantes femenina en que ella habitaba, pues va a hacer uso del dormitorio que La Princesa del Pueblo le había reservado en su propia casa.
El hogar de Miguel Marcos y la de Paracuellos es un bonito chalet de 200 metros divididos en varias alturas, con 4 habitaciones, un estudio, garaje, salón comedor, piscina, servicio doméstico 24 horas y en una de las mejores localizaciones de la capital, por lo que allí estaría muy a gusto.
La que más feliz está es la propia Belén Esteban que, añoraba poder convivir con sus personas más queridas a la vez, y es que el regreso a casa de Andrea ha supuesto un trastorno para todos, pero la alegría supera todo el trabajo que conlleva su traslado hasta allí.