Unos días atrás, la joven hija de Antonio David Flores, se proponía valorar lo que había aprendido después de llevar casi un año frente a las cámaras de televisión, y pese a sus a penas 23 años de edad, la muchacha ha mostrado ser bastante madura a través de sus palabras y actos.
Aunque se la pudo ver detrás de bambalinas cuando Gloria Camila fue a Supervivientes hace unos años, Rocío Flores no quiso colocarse en un plató hasta la participación de su progenitor en GH VIP 7, hace un año, y unos meses más tarde quiso que el mundo la conociera de verdad siendo parte de un concurso de supervivencia.
La reflexión de la nieta de Rocío Jurado que ha desbancado a muchos
Pese a que la malagueña siempre ha mantenido que prefería tener una vida tranquila y que para ello debía permanecer como persona anónima, quiso vivir la experiencia de ser parte de un reality, por lo el pasado febrero se aventuró hacia Honduras y allí fue dónde se la pudo conocer en toda su esencia.
Rocío ha sufrido un punto de inflexión desde aquel entonces, pues a parte de su más que evidente mejoría física, la nieta de Pedro Carrasco ha conseguido pasar página de uno de los momentos más difíciles de su vida.
Como recordarán, en una de las galas Flores acabó confesando que añoraba reencontrarse con su madre, por lo que entre sollozos le suplicaba verse y hablar, para intentar solucionar los problemas que las mantienen distanciadas desde 2012.
La hermana de David Flores ha aprendido a que tiene que vivir el momento y hacer uso de la frase carpe diem, por lo que ya no estará a expensas de lo que otros hagan o no, si no que tiene que dejarse llevar un poco más, y escribía en sus redes:
Este año he aprendido a no planear tanto la vida.
Por ello, todo parece apuntar que Rocío ya no va a darle a Rocío Carrasco más oportunidades de volver a ser parte de su vida, y en todo caso, si quiere algo tendrá que ser ella quien la busque, pues ella se va a dedicar a estudiar y formar una familia junto a Manuel Bedmar.