Estas últimas semanas están siendo difíciles para Kiko Matamoros pues, está sufriendo una enfermedad que se le está complicando más de lo debido, a lo que se le une una trifulca familiar de gran envergadura.
El empresario sufría unas dolencias que provocaron que le extirparan la vesícula una semana atrás, pero parece que no se está recuperando del todo como esperaban los médicos. Kiko, está sufriendo una grave infección tras la intervención, cosa que tiene muy preocupados a sus familiares.
Él mismo quiso comentar cómo se encontraba para tranquilizar a sus compañeros, anunciando que:
Me han puesto dos antibióticos nuevos más, me tienen con un cóctel de cinco antibióticos y parece que han remitido un poco los parámetros que usan para medir la infección.
Muchos de sus parientes más cercanos se han arrimado hasta el hospital para verle, y quien no se ha alejado de él en ningún momento es su pareja, ya que Marta estaba muy preocupada por su estado de salud. Sin embargo, ha habido una gran ausencia, la de Ana Matamoros.
Hace unas semanas, ya se rumoreaba que Matamoros y su hija menor estaban enfadados, y el problema podría ser López. No obstante, él desmintió que fuera por eso, sino que era por Makoke quien habría malmetido entre su hija y su ex.
Además, el hermano de Coto asegura que su pequeña nunca ha podido sentirse de menos ya que siempre ha sido su preferida, y el que él tenga ahora otra pareja no ha hecho que la quiera menos.
En plató no comprenden por qué el padre de Laura Matamoros no ha mediado, pues sólo sabe la versión de su novia, pero ni ha hablado con Ana, a quien no tiene pudor de desprestigiar porque ya adelantó:
Ya tendré ocasión de contarla de verdad. No solo voy a sacar ese audio, voy a sacar más cosas de los intervinientes.
Todo apunta a que, Kiko M. considera que es una conspiración para dejarlo soltero por parte de su ex mujer, y esta vez no está dispuesto a ceder, pues él relató:
No voy a caer en lo mismo y no voy a hacer de mi hija una niña consentida que crea que puede ir por la vida haciendo y deshaciendo.
Kiko solo desea ser feliz con Marta, le pese a quien le pese, pero sabe que la situación con su hija menor no puede continuar así por el bien de todos, aunque tampoco está dispuesto a forjar una vida sólo a gusto de la pequeña por sus caprichos.