Hace aproximadamente un año que Miguel y Belén se casaron por lo civil en una preciosa ceremonia.
Desde entonces sólo tienen un anhelo, ambos desean tener un hijo en común por encima de todas las cosas, pero se les está complicando cumplir ese deseo.
La de Paracuellos del Jarama ronda su cumpleaños número cuarenta y siete, y aunque no es demasiado mayor para volver a ser madre, pues hay casos en que mujeres de más edad han logrado llevar un embarazo sano a término, sus problemas con la diabetes le están dando más de un quebradero de cabeza.
A ello hay que añadir que habría una gran brecha entre las diferentes edades pues, entre Belén y el futuro bebé habría una diferencia de casi cincuenta años, y con su hija de más de veinte.
A Andrea Janeiro no es que la disguste la idea de convertirse en hermana mayor de nuevo, sino que está preocupada por las posibles complicaciones tanto para el retoño como para su progenitora; y, por ello, habría mostrado sus recelos ante la posibilidad de que su madre quedara en cinta.
Sin embargo, Miguel y Belén no cesan en su intento, e incluso han acudido a hacerse revisiones para ver si todo anda bien en sus cuerpos, y saber si están en el momento óptimo para ello.
Además, la ex gran hermana, se ha informado de las distintas alternativas que hay en el mercado, desde fecundación in vitro hasta vientres subrogados en el extranjero, para ver qué variantes pueden intentar y cuáles no.
Como ellos mismos han aclarado, primero está la salud y seguridad de todos, pues no pueden poner en riesgo extremo a Esteban por crear una nueva vida, por lo que han optado por la opción más sensata, informarse bien y hacerse un chequeo general. Todo apunta a que, más tarde y ya con los datos claros, elegirán la opción que más les convenga y que ponga en riesgo la salud ni de Belén ni del bebé.