Hace tan sólo una semana, los directores de Sálvame tenían preparada toda la artillería para el regreso de tres miembros del equipo que levaban unas semanas apartados de las cámaras, y es que el mismo día, retornaban Belén, Mila y Jorge Javier, por lo que la mayor parte del espacio de ese día se centraría en ellos.
Sin duda, la que que más miradas acaparó fue la madre de Andrea Janeiro, que fue la primera en pisar las instalaciones del programa y lo hizo de una forma que nunca iba a pasar desapercibida, pues vino pisando fuerte.
El silencio de Belén respecto a dos temas de actualidad
En lugar de hacer una entrada normal, Esteban se incorporó desde un fondo que se asemejaba a una terminal de aeropuerto, desde dónde comenzó a aclarar lo acaecido con sus declaraciones al regresar de vacaciones, ya que días atrás comentó la falta de medidas respecto al Covid 19 en ese lugar.
La de Paracuellos comenzaba con estas palabras:
Dije mi experiencia de ese momento, era la pura verdad, si hubiera ido en metro hubiese hablado de lo mismo si hubiera pasado, me enfada mucho ese tipo de cosas porque yo soy de riesgo y Miguel es conductor de ambulancia, por lo que podemos enfermar con mayor facilidad. Nadie de personal se acercó a preguntarnos si habíamos estado cerca de un posible positivo por lo que me enfadé mucho y denuncié la situación ante los medios.
Tras ello, Belén introducía a Lydia dentro del montaje visual en que estaba colocada, y le advertía de que había decidido lo siguiente:
A partir de ahora, no me preguntéis sobre el rey ni política, ya que en esos temas no coincido con la mayoría y después me atacan. No quiero más discusiones por ese tema.
Claramente, Belén es precavida y sabe que en su ausencia han sucedido muchas noticias relacionadas con esos dos aspectos que en el pasado le hicieron tener más de un quebradero de cabeza, por lo que ahora los ha vetado.