A nadie se le escapa que, la relación entre Belén Esteban y el presentador de Sálvame no atraviesa por un buen momento, pues llevan meses protagonizando discusiones que han terminado pasándoles factura, pero nadie esperaba oír lo que la blonda tenía que decir al respecto.
Fue hace tan sólo unos días cuando, tras comentar la disputa que habían tenido Mila Ximénez y María Patiño en el plató, Jorge se acercó a Belén y se dispuso a interrogarla.
Belén Esteban deja clara su posición respecto a este tema
Pese a que se suponía que lo suyo estaba zanjado desde hace semanas, el barcelonés viene notando que la madre de Andrea Janeiro no llega a sentirse del todo cómoda con él, ni dentro ni fuera de cámaras, por lo que no le quedó más remedio que preguntarle en directo por este tema.
Vázquez no quiso andarse con rodeos y le preguntó directamente lo siguiente:
¿Belén te pasa algo conmigo? quiero saberlo porque creo que desde el Deluxe las cosas no han sido igual para nosotros, antes éramos más de sentarnos un rato a hablar y ahora nada, quiero que seas totalmente sincera.
A lo que la Princesa del Pueblo le contestó:
Las cosas no son iguales que antes, yo te sigo queriendo, pero no me merece la pena venir a trabajar para irme enfadada, así que vengo hago mi trabajo y me marcho a mi casa muy contenta. Dijiste cosas que me dolieron mucho, trato de dejar el pasado atrás pero a mi corazón todavía le duelen tus palabras. A veces prefiero callarme mi opinión y así no me meto en los problemas de los demás, como con lo de la talla de Teresa, eso no me pareció bien, pero tus palmeros te aplauden todo y yo no quiero enfrentamientos.
Mientras Jorge trataba de ahondar en el fondo del tema, Esteban se sentía acorralada y le espetaba:
No quiero dar más contenido al programa sobre esto, así que te pido que me dejes en paz un rato, el tiempo hará su trabajo.
La mujer de Miguel Marcos no tuvo reparos en confesar sus sentimientos hacia Jorge Javier, pero está en una fase de su vida en la que quiere cierta tranquilidad, así que prefiere morderse la lengua y no verse involucrada en rifirrafes todos los días.