La polémica sigue sobre la mesa en el tema Flores-Carrasco, pues ninguna de las partes quiere pronunciarse sobre si habrá o no reconciliación, pero las posturas parecen haberse consolidado hacia una negativa.
Desde la disputa que sucedió en el año 2012 entre la hija de Pedro Carrasco y Rocío Flores, ambas quedaron separadas por completo, rompiendo cualquier unión común por mínima que fuese.
Hasta día de hoy, han hecho vidas separadas, Carrasco se ha refugiado en Fidel y sus amistades más cercanas, como la familia Campos, con quienes se la ha podido ver en un conocido bar de Madrid.
Por su parte, Flores ha preferido mantenerse junto a la familia de Antonio David, su novio y su tía Gloria Camila. Rocío quiso visitar a la hermana de José Fernando en cuanto regresó a la capital, pues ambas han estado muy unidas, tienen un lazo muy fuerte y se han demostrado apoyo tanto en los buenos como en los malos momentos.
La hija menor de Rocío Jurado ha sido uno de los pilares durante la estancia en Honduras de la pequeña Flores, ambas se tratan como si fueran hermanas, se profesan un envidiable amor y respeto desde lo más profundo de sus corazones.
En esta ocasión disfrutar de un manjar en el conocido restaurante Casa Juan, reunión a la que acudió también el ex guardia civil, aprovechando para pasar cualquier instante con su hija mayor y así ponerse al día.
Las malas lenguas ya rumorean que, con las últimas fotografías rodeada de su familia, Rocío ha querido dar un ultimatum claro a su madre, su padre siempre ha estado ahí para ella, incluso en su peor época como adolescente; y, su madre, al contrario, siempre la ha terminado fallando de una u otra manera, incluso ahora que tras tantos años sin verse, no ha querido tener un encuentro.